domingo, 28 de abril de 2013


Surgimiento de la Civilización Inca

El Imperio incaico fue un Estado de América del Sur gobernado por los incas que se extendió por la zona occidental del subcontinente entre los siglos XV y XVI. Fue la etapa en que la civilización incaica logró su máximo nivel organizativo y su territorio, conocido como Tahuantinsuyo (quechua:Tawantin Suyu, aimara: Pusin Suyu, 'las cuatro regiones juntas'), abarcó cerca de 2 millones de km² entre el Océano Pacífico y la selva amazónica y desde las cercanias de San Juan de Pasto al norte hasta el Río Maule al sur. El Tahuantinsuyo fue el dominio más extenso que tuvo cualquier estado de la América precolombina
El imperio comenzó a formarse a partir de la victoria de Pachacútec frente a la confederación de estados chancas en el año 1438. Luego de la victoria, el curacazgo incaico fue reorganizado por Pachacútec; a partir de entonces. el Imperio incaico iniciaría una etapa de continua expansión del aparato de éste el noveno inca y su hermano Cápac Yupanqui, luego por parte del décimo inca Túpac Yupanqui, y finalmente del undécimo inca Huayna Cápac quien consolidaría los territorios; en esta etapa la civilización Inca logró el máximo desarrollo de su cultura, tecnología y ciencia, desarrollando los conocimientos propios y los de la región andina, así como asimilando los de otros estados conquistados.


Leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo

En las regiones cercanas al Lago Titicaca, los hombres vivían como animales salvajes, ya que no tenían religión, leyes o una organización que los aglutinara. Estos habitantes desconocían la agricultura y no poseían tecnicas de textilería por lo cual andaban desnudos. Ellos tenían como hogares a las cavernas y se alimentaban de la caza y recolección de alimentos.

El dios Inti, se compadeció de aquellas personas y envió a su hijo Ayar Manco junto a su hermana Mama Ocllo para que civilizaran a esas poblaciones barbaras y fundara un imperio que honrara al dios Inti. Ayar Manco se dedico a enseñarles a los hombres normas de convivencia en sociedad y a adorar al dios Inti. En cambio, Mama Ocllo les enseño a las mujeres técnicas de textilería y labores domesticas.

Ayar Manco, llamado también Manco Capac, antes tuvo que fundar una ciudad, la cual seria el centro del mundo. Su padre, el dios Inti, le proporciono una vara de oro para que buscara la tierra prometida. Les recomendó viajar hacia el norte del lago Titicaca y hundir el bastón de oro en las tierras por donde pasaran hasta encontrar el lugar en donde este se hunda la vara con facilidad y allí fundar la ciudad del Cusco en donde dirigían su imperio.

Al llegar a una región norteña del Lago Titicaca, fueron vistos por los lugareños quienes los confundieron con dioses debido al brillo de sus vestimentas y joyas. Pasaban los días y Manco Capac no hallaba la tierra en donde el bastón se hundiese con facilidad.

Pero un día al llegar a una valle majestuoso acordonado por bellas montañas la vara de oro se enterró en el suelo ante el asombro de Manco Capac y Mama Ocllo. Es así como supieron que ese lugar debería convertirse en la capital del Imperio de los Incas y ombligo del mundo.

Manco Capac prontamente emprendió la tarea civilizadora en el valle del Cusco. Enseño a los hombres la agricultura, la pesca, la construcción de viviendas, las ciencias, la religión, etc. Mama Ocllo tuvo la tarea de capacitar a las mujeres en labores domesticas y de tejido para crear vestimentas que los cubran de su desnudez. Manco Capac junto a Mama Ocllo fueron los fundadores del imperio que luego harían grande sus descendientes.
Leyenda de los Hermanos Ayar 

Sobre la montaña Pacaritambo (doce lugares al Noroeste de Cuzco) emergieron los hermanos Ayar después del gran diluvio que había asolado la Tierra.
De la montaña llamada "Tampu Tocco" salieron cuatro hombres y cuatro mujeres, hermanas y esposas de estos.

Ellos fueron Ayar Manco y su mujer Mama Ocllo; Ayar Cachi y Mama Cora; Ayar Uchu y Mama Rahua y por último, Ayar Auca y su esposa Mama Huaco.

Viendo la situación de las tierras y la pobreza de los pobladores, los cuatro hermanos decidieron buscar hacia el sur-este un lugar más fértil y favorable para establecerse .












En el viaje se produjo la primera desavenencia entre Ayar Cachi quien era fornido e iracundo, y los otros hermanos. Es así que los hermanos planearon deshacerse de él y le ordenaron regresar a las cavernas de Pacarina (en la tradición inca es el lugar de origen de una persona) a buscar provisiones. Ayar cachi al ingresar a la caverna Capac Tocco (ingreso de la montaña Tamputocco) fue traicionado por su criado quien lo encerró dentro de la cueva al colocar una piedra en la entrada. Ayar Cachi al no poder salir dio gritos tan enérgicos que logró sacudir la tierra, abrir las montañas y agitar los cielos.

Los hermanos restantes y sus esposas seguidos de sus ayllus, continuaron su camino y llegaron al monte Huanacauri donde hallaron un ídolo de piedra del mismo nombre. Los hermanos ingresaron al lugar de adoración de ese ídolo con mucho temor. Ayar Uchu desafió al ídolo al brincar sobre su parte posterior, este quedo inmediatamente petrificado, y paso a formar parte de este. Había aconsejado a sus hermanos seguir el viaje y que se celebrasen en su memoria el Huarachico (ceremonia de iniciacion hacia la adultez).

En el transcurso de su búsqueda por una tierra fértil, Ayar Uchu fue a explorar una zona cercana, se dice que le salieron alas y voló hacia el lugar conocido como la pampa del Sol en cuyo lugar aterrizo y se convirtió en piedra.

Ayar Manco fue el único hermano que logro llegar al valle del Cusco donde halló suelos fértiles y logro hundir el bastón de oro que le fue entregado por el dios Inti para hallar el lugar de la fundación de lo que sería mas adelante el Imperio de los Incas, conocido también como el Tahuantinsuyo. Allí fundó junto a sus hermanas la ciudad del Cusco en homenaje a el dios Inti y Wiracocha.

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